Explotación Petrolera en Colombia: “Oro Negro vs la Madre Naturaleza”
A través del Decreto No. 1753 del 3 de agosto de 1994, el Ministerio del Entorno reglamento la expedición de licencias ambientales como elemento preciso para la protección del habitad y los recursos naturales. Conforme a esta reglamentación esta labor le toca a Corponinoquia en la zona. Las compañías petroleras y Ecopetrol están incluyendo la administración ambiental en sus proyectos. La filosofía ambientalista se fundamenta en los próximos principios que ha adoptado Ecopetrol para el manejo sustentable del desarrollo: planear con el componente ambiental; responsabilizar a todos y cada uno de los niveles de los efectos ambientales producidos por la toma de decisiones; la conservación de los recursos es deber de todos; la prevención de los impactos negativos debe incluirse en la planificación de las acciones; la investigación ha de estar al servicio de la sociedad y su ambiente natural.
La política del campo petrolero fuerza a efectuar estudios ambientales, con planes de manejo, de contingencia y mitigación que implican componentes como el ecológico, la polución ambiental, lo estético y los aspectos humanos.
Esta política tiene sus limitaciones puesto que los procesos y estudios establecidos solo se hacen en el área donde se encuentra el proyecto, situación que deja ajustar los planes de manejo ambiental para un conveniente control de las etapas de construcción y operación de exactamente los mismos. Con esta política queda por fuera el resto de zona que se ve perjudicada de forma directa por los proyectos del ámbito, ignorando en una gran parte los ecosistemas con su intercambio biológico.
Los estudios de impacto ambiental deben tener un carácter integral y un enfoque sistémico que deje las correspondencias entre los componentes del sistema como los recursos naturales, la infraestructura y el hombre. En Arauca no se tuvo presente este enfoque sistémico, no se preparó a su población ni a sus líderes. De ahí que hubo fallos con alto costo social y ambiental: se efectuaron obras superfluas y mucha imprevisión para impedir el deterioro del medio ambiente. La destrucción de ríos y caños, bosque, fauna y vegetación, se liga a la colonización acelerada y la apertura de vías de comunicación. Se advierte gran incapacidad para enfrentar los inconvenientes de la sociedad araucana artículo-petrolera.
Daría la sensación de que lo único consistente es la rogativa de la dirigencia a fin de que aparezca más petróleo con sus regalías. Lo es cierto que se tiene una buena infraestructura material y empresarial para prosperar sin precisar nuevos descubrimientos petroleros, una vez que se "despetrolice" la mentalidad emergida con el aparecimiento de Caño Limón y se piense en la nueva realidad. En Casanare el impacto ambiental debe ver con el medio biofísico. Se presenta como un impacto de carácter puntual al unísono reforzado con la mencionada estrategia de la compañía petrolera de no hacer evidente desde un principio, la magnitud real global que puede lograr el proyecto en su máximo desarrollo.
Otros efectos que deben tenerse en cuenta en la zona y por lo general en el país son los relacionados con el recurso agua. El medio acuático es el de mayor sensibilidad desde el punto de vista ecológico. Estos peligros están ligados a las contrariedades en el manejo de grandes volúmenes de aguas sucias. Los peligros incluyen la posibilidad de derrames de crudo, lodos de perforación y otras sustancias contaminantes por fallos o bien fallas de tipo técnico en las estructuras de manejo de dichas sustancias. Los factores externos como atentados a las líneas de conducción, estropean el medio ambiente y reflejan por su parte, inconvenientes de orden público en el área de repercusión.
Las consecuencias de un derrame tienen implicaciones a nivel de microcuencas y cuencas hidrográficas. El trato que se le da a esta clase de inconvenientes se efectúa con planes de contingencia, sin manejo integral de la cuenca perjudicada. Es esencial valorar los impactos negativos generados por la radiación que se presenta por la combustión de 600 mil pies cúbicos de gas/día en Casanare. Lo mismo que los efectos de la emisión de partículas de polvo a la atmósfera. Sobre el recurso suelo, dadas las condiciones geotécnicas del piedemonte llanero con presencia de geoformas y una estructura poco estable, cualquier acción fuerte sobre el suelo acarrea peligros sobre su estabilidad y el desgaste orgánico. El desequilibrio que se produzca sobre el tiempo, la cobertura vegetal, los drenajes, la topografía y morfología del suelo, incide en la actividad del sistema para lograr su estabilidad física. Sobre lo estético, la intromisión de elementos extraños estropea la composición del paisaje.
Es obligatorio para las compañías petroleras la secuencialidad en el proceso de descapote y de remoción de la capa orgánica, a fin de que no ocurra como en los proyectos del Centro de Producción Final, CPF, de Cupiagua y Cusiana, donde se pretendió retirar de una sola vez todo el material de descapote, estropeando el paisaje y comprometiendo la estabilidad del suelo, la cobertura orgánica y la seguridad de los trabajadores. Al paisaje lo afectan las instalaciones para la perforación de los pozos, las obras lineales como líneas de flujo y de transmisión eléctrica, lo mismo que las vías precisas de cara al desarrollo de los proyectos petroleros. En lo referente al factor humano, pese a los programas sociales y de la inversión que las compañías petroleras efectúan todos los años, el aspecto cultural se ve perjudicado, teniendo como desenlace directo perturbaciones y modificaciones sustanciales de las condiciones socioeconómicas y ambientales de las comunidades del área de repercusión.
Asimismo se ocasionan impactos indirectos que obedecen a la activa de los proyectos con consecuencias que se valoran en el mediano y largo plazo. Los programas establecidos para agredir los impactos directos en general están relacionados con educación, infraestructura básica, programas comunitarios, información, monitoreo y seguimiento de los proyectos. Para los impactos indirectos son terminantes los programas de fortalecimiento institucional y desarrollo económico. Para la bonanza petrolera en Casanare es precisa la planificación de Yopal, puesto que ya empieza su transformación acelerada, se aprecian los cambios en la organización física, económica, social, cultural, política y ambiental. Las actividades en torno a la industria petrolera acarrean una serie de impactos negativos que se reflejan en deterioros ambientales, en cambios del aparato productivo, en la organización social y en las condiciones generales de orden político, regional y territorial. Los planes de manejo, bien elaborados, dan solo respuesta parcial a la problemática social y a los impactos ambientales, por lo tanto deben rediseñarse a fin de que cumpla con los propósitos de prevenir, atenuar y compensar los efectos de la ejecución de los proyectos petroleros.
Se requiere de grandes sacrificios para atender en forma conveniente los temas ambientales, de acciones integrales depende la solución a los inconvenientes reales de calidad de vida de las poblaciones. Es esencial entender las correspondencias entre los ecosistemas, la dotación de infraestructura vial y energética, el saneamiento básico y el establecimiento de formas de economía productiva conforme a las condiciones de debilidad de semejantes ecosistemas.
Explotación Petrolera en Colombia